Hace un par de décadas confesarle a una amiga íntima o a un familiar que te ibas unos días a un hotel con spa o, simplemente, a disfrutar de un circuito spa porque sí era razón para que te miraran raro. «¿A un spa?» «¿Y qué se te ha perdido allí?» «Eso es cosa de los famosos». …
